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lunes, 28 de julio de 2014

John Lennon

Gandhi - Reflexiones sobre la No violencia


Gandhi - Reflexiones sobre la No violencia




El primer principio de la acción no violenta consiste en no cooperar con cualquier cosa que sea humillante.

Los responsables de nuestra sujeción no son tanto los fusiles británicos como nuestra colaboración voluntaria.

Una revolución no violenta no es un programa para la toma del poder. Es un programa para la transformación de las relaciones, de modo tal que se desemboca en una transferencia pacífica del poder.

Los hombres se encuentran ante una encrucijada: tienen que elegir entre la ley de la jungla y la ley de la humanidad.

La no violencia es la fuerza más grande que la humanidad tiene a su alcance. Es más poderosa que el arma más destructiva inventada por el hombre. La destrucción no corresponde en nada a la ley de los hombres. Vivir libre es estar dispuesto a morir, si es preciso, a manos del prójimo, pero nunca a darle la muerte. Sea cual fuere el motivo, todo homicidio y todo atentado contra la persona es un crimen contra la humanidad.

Sé que el progreso de la no violencia es aparentemente un progreso muy lento. Pero la experiencia me ha enseñado que es el camino más acertado para una meta común.

Es injusto todo orden económico que ignore o que desprecie los valores morales. El hecho de extender la ley de la no violencia al terreno de la economía significa nada menos que considerar los valores morales en la fijación de las reglas del comercio internacional.

Adoptar el principio de la no violencia obliga a separarse de toda forma de explotación.

No hay ninguna valentía mayor que la de negarse hasta el fin a doblar la rodilla ante un poder terrenal, sea cual fuere su grandeza, haciéndolo sin agresividad alguna, con la fe cierta en que es el espíritu - y sólo él - lo que vive.

...La humanidad no puede librarse de la violencia más que por medio de la no violencia. Sólo el amor es capaz de vencer al odio. Responder al odio con el odio equivale a agravar más todavía sus efectos.

Diariamente pagamos un precio muy elevado por el error inconsciente que hemos cometido al confundir la resistencia pasiva con la no violencia.

La no violencia es la ley de nuestra especie, por la misma razón que la violencia es la ley de los brutos. En el hombre brutal todavía no se ha despertado el espíritu: no conoce más ley que la fuerza física. La dignidad humana exige que el hombre se refiera a una ley superior que haga vibrar la fuerza del espíritu.

No se puede ser genuinamente no violento y permanecer pasivo ante las injusticias sociales.
 


Gentileza:: Visión y Ciencia [ lenticon@domeus.es ]

RECONQUISTA Y AVELLANEDA



RECONQUISTA


Reconquista, ciudad cabecera del Departamento General Obligado, al noreste de la Provincia de Santa Fue, fue fundada oficialmente el 27 de Abril de 1872, en el mismo campamento militar del General Obligado, según lo testifica el historiador de esa ciudad, el profesor Don Manuel Roselli.


Separada y unida a la población de Avellaneda, por el cauce del arroyo El Rey, desarrolló su crecimiento con el aporte de corrientes inmigratorias, el acervo cultural aborigen de la región, y el tesón de todos sus pobladores, que llegaron a transformarla en la “Perla del Norte Santafesino”.


AVELLANEDA


La Colonia Presidente Avellaneda registra su nacimiento en forma oficial el día 18 de Enero de 1879, luego de la radicación definitiva de los colonos inmigrantes provenientes de Italia y Austria.
En efecto, de acuerdo a lo referido por el historiador de Avellaneda, Doctor Manuel Ireneo Cracogna, el 10 de Enero de 1879, entró en el puerto de Reconquista, el vapor “San José”, con 120 pasajeros.

Recibidos por el coronel Obligado en Reconquista, se alojaron en el antiguo cuartel de la tropa de frontera.

El arroyo El Rey, por entonces se encontraba en uno de sus picos de creciente; sin embargo lo cruzaron, canoas mediante, un grupo de jóvenes, que conformaban el contingente recién llegado.
Finalmente, el 18 de Enero de 1879, iniciaron la población de la nueva colonia, en un punto situado al norte de la ciudad de Reconquista, cruzando el citado arroyo.

Los inmigrantes provenían de la Región del Friuli-Venezia Giulia, situada entre los Alpes y el mar Adriático, compuesta por cuatro provincias: Trieste, Udine, Pordenone y Gorizia.
La población urbana del distrito Avellaneda, fue elevada a la categoría de ciudad, en el mes de Diciembre de 1970. 

jueves, 17 de julio de 2014

Despierta

Despierta



Despierta mamá despierta,
que llegó la primavera
y llamara a tu puerta.
Que me han contado los duendes,
que traen guirnaldas de fresas.
Despierta mamá despierta,
que no quiero que te duermas,
que me han contado las hadas,
que te harán una gran fiesta.
Que adornaran tu cabeza,
con una cinta con perlas,
y te vestirán con seda.
Despierta mamá despierta,
que ya te echaste la siesta,
y ya suenan cascabeles en tu puerta.
Despierta mamá despierta.

Isaboa

miércoles, 16 de julio de 2014

Siempre habrá un nuevo comienzo



"A veces la Vida puede ser dolorosa,

 incluso hay días en los que salir de la cama es difícil pero...sáben algo?


Siempre habrá otros días, 

             otras personas, 


                    otros moméntos que harán que valga la pena. 



Siempre habrá un nuevo comienzo, 

                 
una nueva oportunidad, 

habrá sorpresas, 


habrá coincidéncias y encuentros y eso... 


                                                     eso puede cambiarlo todo...


                                                                                      solo es cuestión de tener paciencia..."


de mi amiga MAR CASTEL

miércoles, 2 de julio de 2014

"VIVIR Y DEJAR VIVIR"

El antiguo proverbio "Vivir y dejar vivir" parece tan simple que es muy fácil que se pierdan sus valores.

Naturalmente, una de las razones por las cuales se diga una y otra vez durante tantos años es que ha probado ser muy beneficioso de muchas y muy distintas maneras.

Nosotros los A.A. damos algunos usos especiales a ese refrán par ayudarnos a no beber. Particularmente nos ayuda a llevarnos bien con las personas que alteran nuestros nervios.

Reviviendo una vez mas una pequeña parte de nuestras historias de bebedores, muchos de nosotros podemos ver cómo muy frecuentemente nuestro problema alcohólico estaba relacionado en una u otra forma con las demás personas. 

El experimentar con vino o cerveza en nuestros años juveniles parecía natural, puesto que tantos otros lo estaban haciendo, y nosotros queríamos lograr su aprobación. 

Luego vinieron las bodas, las celebraciones, los bautizos, la fiestas, los partidos de fútbol y los cócteles y los almuerzos de negocios, y la lista puede seguir indefinidamente. En todas esas circunstancias bebimos, por lo menos parcialmente, porque todos los demás estaban bebiendo y es esperaba que también nosotros lo hiciéramos.

Aquellos de nosotros que empezamos a beber solos, o a tomar a escondidas una copa de vez en cuando, frecuentemente lo hicimos para evitar que otras personas o gentes supieran la cantidad y frecuencia en que estábamos bebiendo. Muy raramente queríamos escuchar que alguien hablara de nuestra forma de beber. Si lo hacían, generalmente les dábamos razones de nuestro comportamiento, como si quisiéramos guardarnos de la crítica o de las quejas.

Algunos de nosotros, después, de beber, nos volvíamos peleones y beligerantes con los demás. Con todo, otros de nosotros se sentían mucho mejor en medio de la gente después de apurar una o dos copas, ya se tratase de una reunión social, una tensa entrevista de negocios o trabajo, o aún haciendo el amor. 

Nuestra forma de beber ocasiona que muchos de nosotros escogiéramos nuestros amigos en relación con la cantidad que ellos a su vez ingerían. Aún llegamos a cambiar de amigos cuando creíamos que los "sobrepasabamos" en sus tragos. Preferíamos "bebedores reales" a la gente que únicamente se tomaba uno o dos tragos, y tratábamos de evitar por completo a los abstemios.

Muchos de nosotros nos sentíamos airados o acomplejados respecto a la forma en que nuestra familia reaccionaba a nuestra bebida. Algunos de nosotros perdimos trabajos porque el jefe o uno de nuestros colegas de trabajo se oponían u objetaba nuestra bebida. Quemamos que la gente se preocupara por sus propios problemas y nos dejara a nosotros con los nuestros.

Frecuentemente, nos sentíamos airados o temerosos aun de las personas que no nos habían criticado. Nuestra sensación de culpa nos hacía ultrasensibles con todos los que nos rodeaban, y alimentábamos resentimientos. En ocasiones, cambiábamos de bar, trabajo o vecindario con el único objeto de evitar vernos con determinadas personas.

Así que un gran numero de personas ademas de nosotros mismos, estaba, en una u otra forma, involucrada en nuestra bebida hasta cierto grado.

Cuando dejamos de beber, fue para nosotros un gran alivio encontrar que las personas que conocimos en A.A., alcohólicos recuperados, parecían ser muy diferentes. Reaccionaban hacia nosotros, no con crítica y sospecha, sino comprensivamente y con sincera preocupación.

Sin embargo, es perfectamente natural que todavía encontremos algunas personas que alteran nuestros nervios, tanto dentro como fuera de A.A. Podemos hallar que nuestros amigos no A.A. compañeros de trabajo o miembros de la familia, todavía nos tratan como si estuviéramos bebiendo. (Puede tomarles algún tiempo el darse cuenta de que nosotros lo hemos suspendido realmente. Después de todo, ellos nos han visto dejar la bebida muchas veces en el pasado, para luego recaer).

Para empezar a poner en practica el concepto "Vivir y dejar vivir", debemos encarar este hecho: Hay personas en A.A. y en todas partes, que dicen cosas con las que nosotros no estamos de acuerdo, o hacen cosas que no nos gustan. El aprender a vivir con las diferencias es esencial para nuestra comodidad. Es exactamente en esos casos cuando hemos encontrado la extrema utilidad de decirnos a nosotros mismos, "Vivir y dejar vivir".
De hecho, en A.A. se da mucho infasis a aprender a tolerar la conducta de los demás. No importa cuan ofensivos o desagradables nos parezcan, ciertamente no vale la pena que nos pongamos a beber por ellos. 

Nuestra propia recuperación es demasiado importante. El alcoholismo puede matarnos y a veces lo hace. Esto tenemos que recordarlo permanentemente.

Hemos comprendido que vale la pena hacer un esfuerzo muy especial para tratar de entender a las otras personas, especialmente aquellas que nos mortifican. Para nuestra propia recuperación, es mucho mas importante comprender que ser comprendido. Esto no es muy difícil si llevamos en mente la idea de que los otros miembros de A.A. están también tratando de comprender, como nosotros lo estamos.

Si a eso vamos, también encontraremos algunas personas en A.A., y en otros lugares, a quienes nosotros no les seremos particularmente agradables. Por eso todos nosotros tratamos de respetar los derechos de los demás para actuar en la forma que escojan o puedan. Y podemos esperar que ellos nos den a nosotros el mismo tratamiento. En A.A. generalmente lo hacen.

Usualmente, las gentes que se buscan unas a otras en un vecindario, una compañía, un club, o en A.A., gravitan hacia los demás. Cuando invertimos el tiempo con personas que nos son agradables, nos sentimos menos afectados por aquellas que no se preocupan particularmente por nosotros.

A medida que el tiempo pasa, vemos que ya no nos atemoriza alejarnos de las personas que nos irritan, en vez de permitirles cobardemente que se introduzcan en nuestras vidas, o en vez de tratar de acondicionarlas par que se ajusten mejor a nuestra idiosincrasia.

Ninguno de nosotros puede recordar a alguien que hay intentado forzarnos a beber alcohol. Nadie nos amarra para vaciar el licor en nuestras gargantas. Así como nadie nos obliga físicamente a beber, ahora tratamos de asegurarnos de que nadie nos obligue mentalmente a beber, tampoco.

Es muy fácil utilizar las actuaciones de otras personas como excusa para beber. Nosotros solíamos ser expertos en eso. Pero en la sobriedad hemos aprendido una nueva técnica: No nos permitimos llegar a un estado tal de resentimiento hacia otra persona que deje que esa persona controle nuestras vidas, especialmente hasta el grado de causarnos que volvamos a beber. Hemos encontrado que no tenemos el deseo de permitirle a nadie que maneje, o arruine nuestras vidas.

Una antigua leyenda decía que ninguno de nosotros debería criticar a otro hasta cuando hubiésemos caminado un kilómetro con los zapatos de esa persona. Este sabio consejo nos puede dar una mayor comprensión de los seres humanos que son nuestros semejantes. El ponerlo en practica nos hace sentir mucho mejor que cuando estamos irritados.

"Dejar vivir", si. Pero algunos de nosotros creemos que es de mucho valor la primera parte del refrán: "Vivir".

Cuando hemos encontrado las forma de gozar completamente nuestra propia vida, tenemos la felicidad de dejar que los demás vivan en la forma que deseen. Si nuestras propias vidas son interesantes y productivas, realmente no tenemos impulso o deseo de hallar las faltas en los demás o preocuparnos de la forma como actúan.

¿Puede usted pensar en este preciso instante en alguien que realmente le molesta? Si es así, ¿por qué no ensaya algo? Posponga el pensar acerca de él o ella, o cualquier cosa que sea lo que a usted le molesta de esa persona. Después, si así lo desea, puede explotar. Pero por ahora, ¿por qué no lo deja a un lado mientras lee el párrafo siguiente?

!Viva! Preocúpese por su vida. En nuestra opinión, el permanecer sobrio abre la puerta hacia una vida de felicidad. Vale la pena sacrificar muchos resentimientos y peleas... Muy bien, si usted no puede lograr alejar completamente su mente de esa persona, veamos cuanta ayuda le puede proporcionar la siguiente sugerencia.



VIVIENDO SOBRIO - Literatura de Alcohólicos Anónimos